P A R A B O L A .
06-155.60 "Iba por un camino un anciano avanzando lenta y trabajosamente. Pronto fue alcanzado por dos jóvenes que alegremente marchaban por el mismo sendero, los cuales le dijeron: Buen anciano ¿Aún está muy lejos vuestra meta? A lo que el anciano contéstoles: La meta está distante, aún es largo el camino y hay que andarlo despacio para no desfallecer. Creo, aunque estoy cansado, llegar con el último esfuerzo.
06-155.61 Aquellos jóvenes, después de escucharlo, continuaron rápidamente su jornada, olvidando las palabras del anciano y juzgando irónicamente el optimismo de aquel viejo caminante que esperaba llegar al final del camino, cuando, según ellos, estaba próximo a caer.
06-155.62 El anciano siguió caminado y aquellos mancebos que tan pronto se habían alejado de él, fueron sorprendidos luego por la sed, el hambre y la fatiga, cayendo al fin vencidos por el cansancio. Dormían profundamente cuando fueron alcanzados por el anciano, quien despertándoles dulcemente les dijo: Mancebos, que en vuestra juventud habéis sentido cansancio, no toméis con paso vertiginoso este camino que es tan largo, vayamos paso a paso y os aseguro que llegaremos. Pero aquellos despertando, contestaron: Dejadnos que hemos agotado el último esfuerzo y no podemos continuar, vos tenéis báculo y podéis seguir, nosotros no lo tenemos.
06-155.63 El anciano, incomprendido, al contemplarlos así, les ofreció un trozo de pan con lo cual los reanimó, acercó un poco de agua a sus labios y les calmó la sed. Los ayudó a levantarse, les acompañó en la jornada y encendió su fe hasta hacerlos llegar por fin a la meta".