La Era del Espíritu Santo.
07.- Prepárate entonces, oh Israel, a recibir a tu Dios y Señor, porque entre vosotros ha dado inicio ya la era del Espíritu Santo.
08.- Veintidós preceptos son el legado de los enviados de los tres Tiempos, preceptos que os clarifican y os explican la Ley de Dios para que os conduzcáis en la vida humana de acuerdo con ellos.
09.- Estos 22 preceptos forman en su unidad la Ley y están formados por la explicación de los Mandamientos que Dios entregara por medio de Moisés, el enviado del Primer Tiempo; por las enseñanzas de Jesús, el enviado del Segundo Tiempo y por los preceptos de Elías, el enviado del Tercer Tiempo, que le son revelados al pueblo de Israel por conducto de Roque Rojas, como preludio a la apertura del Sexto Sello y del tercero de los tiempos el 1º de Septiembre de 1866 en esta nación mexicana.
Los Preceptos.
10.- Y estos preceptos son:
1º.- Amarás a Dios antes que a todo lo creado.
2º.- No hablarás mal de tus hermanos aunque tuvieras motivo para ello; a Dios toca defender tu causa si ésta fuera justa.
3º.- No amarás religión alguna que no reconozca en María la esencia maternal de Dios que siempre ha existido, y tendrás caridad con tus hermanos, sean los que fueren.
4º.- Amarás a tus padres después que a Dios, y a tus hijos lo mismo; para los primeros veneración y respeto, y para los segundos, caridad y buen ejemplo en todo.
5º.- No jurarás ni tomarás a Dios como testigo de mentira.
6º.- No trabajarás en el séptimo día, por pertenecer ese día a la oración y al descanso.
7º.- No tomarás la mujer de tu hermano como si fuera tu esposa, ni harás mal a las que no sean de tus hermanos.
8º.- No te dedicarás a la usura causando graves daños con ella.
9º.- No tomarás bebida que te embriague, ni usarás elemento de la Creación alguno que nuble tus sentidos o te someta a baja pasión.
10º.- No tendrás ocupación ruinosa que quite la moralidad y proteja los vicios.
11º.- No protegerás la guerra civil, dividiendo a tus hermanos, ni tomarás parte en guerras extranjeras; sólo se te permitirá participar en actividades de guerra, si tu país fuese el invadido y el gobierno de ese país, sea cual fuera, para su defensa así lo ordenara; y aun así, te comportarás con la mayor caridad y no tendrás enemigos, porque todos sois hijos del mismo Padre.
12º.- No harás infanticidio en los niños que están por nacer, porque si lo haces, el Espíritu Santo te lo reclamará.
13º.- No tratarás mal ni con rigor a los pobres, sean los que fueren.
14º.- Nada de lo creado maldecirás.
15º.- No tratarás con desprecio a los que sufren enfermedades que tú llamas asquerosas.
16º.- No hablarás mal de los seres en público causando su deshonra.
17º.- No abandonarás a tus hijos en manos extrañas, y sólo lo harás por tu extrema necesidad, siempre y cuando te sea conocida la conducta apropiada de la persona bienhechora.
18º.- No forzarás a los niños a que hagan trabajos que les enseñen vicios.
19º.- No les enseñarás a tus hermanos historias, cuentos o consejos que no sean ciertos; y no hablarás, propagándolo, del mal que dicen tus hermanos hacer.
20º.- No retendrás lo ajeno en tu poder.
21º.- Visitarás al enfermo, consolándole.
22º.- No tomarás armas en contra de tus hermanos, ni les darás muerte, sea con arma o sea civil.
11.- Si así procedéis, os dice vuestro Pastor, y si tenéis caridad y más caridad, veréis a mi Padre en todo Su esplendor